El teleférico en México, particularmente el Cablebús en la Ciudad de México, ha sido objeto de múltiples opiniones, tanto positivas como críticas. Aunque ha representado una solución innovadora en términos de movilidad para ciertos sectores, no ha resuelto por completo el problema del tráfico, y ha recibido críticas por algunas de sus limitaciones y desafíos.
Críticas más comunes:
- Alcance limitado del sistema: Una de las principales críticas es que el Cablebús tiene un impacto geográfico muy restringido. Si bien ha mejorado la movilidad en zonas como Iztapalapa y Gustavo A. Madero, su efecto en la reducción del tráfico es mínimo, ya que la Ciudad de México es extremadamente extensa.
Muchos destacan que este tipo de proyectos no cubre otras áreas de la ciudad donde el tráfico es crítico, como el poniente o zonas céntricas donde los embotellamientos son frecuentes. Incluso se señala que el teleférico beneficia principalmente a los habitantes de las periferias, mientras que los problemas viales persisten en otras partes.
- Conectividad con otros sistemas de transporte: Otra crítica recurrente es la falta de integración adecuada del Cablebús con otros sistemas de transporte masivo como el metro o el Metrobús. Usuarios en redes argumentan que, aunque el teleférico reduce los tiempos de viaje en las áreas donde opera, muchos viajeros aún enfrentan largas filas y problemas para conectar de manera eficiente con otros modos de transporte.
Adicionalmente se critica que las estaciones del Cablebús están alejadas de líneas clave del metro, lo que significa que los usuarios deben caminar largas distancias o tomar otros transportes adicionales para llegar a su destino final. Esto ha generado frustración entre los pasajeros, que esperaban una integración más fluida.
- Problemas técnicos y tiempos de espera: Usuarios han reportado fallas técnicas ocasionales en el sistema, como paradas inesperadas y tiempos de espera más largos de lo previsto, especialmente en horas pico. Esto ha causado molestias entre los pasajeros, ya que en algunos casos las personas quedan detenidas en las cabinas durante varios minutos.
También se mencionan las filas largas en estaciones durante ciertas horas del día, lo que ha generado críticas sobre la capacidad del sistema para manejar la demanda creciente. Algunos usuarios comparan las largas filas en el Cablebús con las que se ven en otros sistemas de transporte saturados como el metro, lo que provoca descontento.
- Costos de mantenimiento y operatividad: Otra crítica común es el costo de mantenimiento y operatividad del Cablebús. Algunos han cuestionado si la inversión en este tipo de infraestructura es sostenible a largo plazo, sobre todo en comparación con otras posibles soluciones al problema del tráfico, como mejorar el sistema de metro o crear más líneas de Metrobús.
También argumentan que el costo operativo del Cablebús es elevado, especialmente considerando que no es una solución directa al problema del tráfico en las áreas más congestionadas de la ciudad. Esta preocupación está ligada a los debates sobre si la inversión en el Cablebús ha sido lo más eficiente frente a otras alternativas.
- Percepción de exclusividad en ciertas zonas: También hay críticas sobre la percepción de exclusividad del sistema. Algunos usuarios consideran que el Cablebús solo beneficia a zonas específicas, dejando fuera a muchas otras partes de la Ciudad de México que también necesitan mejoras urgentes en movilidad. Este sentimiento se refleja en comentarios que critican la “injusta” distribución de los recursos en la ciudad, donde algunos alcaldías periféricas tienen teleférico mientras otras zonas, con problemas igualmente graves de tráfico, no reciben inversiones similares.
El Cablebús en México ha recibido un balance de opiniones diversas. Si bien muchos usuarios reconocen sus beneficios en términos de reducción de tiempos de viaje y mejora de la accesibilidad en zonas vulnerables, persisten críticas importantes sobre su alcance limitado, problemas técnicos y falta de conectividad con otros sistemas de transporte. Además, el alto costo de mantenimiento y la percepción de exclusividad en ciertas áreas han generado dudas sobre si este sistema puede realmente contribuir de manera significativa a la solución del problema de tráfico en la Ciudad de México en su conjunto… Realmente será una solución funcional para Guatemala?… El parque vehicular en Guatemala ha crecido de manera exponencial en los últimos años, lo que ha generado graves problemas de tráfico, que ameritan una solución inmediata en infraestructura.