Guatemala, 14 de enero de 2024 – El escenario político de Guatemala se encuentra en un punto crítico debido a las recientes negociaciones para determinar la composición de la Junta Directiva del Congreso. Según fuentes anónimas, se han llevado a cabo reuniones secretas en la Embajada de Estados Unidos, aparentemente con el objetivo de influir en esta crucial decisión.
Liderado por Bernardo Arévalo y Samuel Pérez, el nuevo oficialismo enfrenta desafíos significativos en su intento por controlar la Junta Directiva del Congreso. La reciente suspensión de su bancada los ha dejado sin representación directa, lo que los obliga a buscar apoyo a través de partidos aliados como CREO, CABAL y WINAQ. Estos esfuerzos quedaron expuestos en una reunión en un hotel de la zona 13, donde se sorprendió a varios partidos negociando apoyos.
Información filtrada a este medio indica que varios diputados se reunieron en la residencia del embajador de Estados Unidos el 13 de enero, desde las 2:00 hasta las 10:30 de la noche. Fuentes anónimas señalan presiones ejercidas a los diputados por parte de la embajada para asegurar los votos necesarios para que el oficialismo tome control de la Junta Directiva.
Diputados que asistieron a la reunión y que prefirieron mantener su identidad en reserva, comunicaron a nuestra redacción su malestar con respecto a los acontecimientos de la reunión. Esperaban un encuentro cordial y se encontraron con un ambiente de presión y negociaciones tensas. Esta situación plantea interrogantes sobre el papel de la Embajada de EE.UU. en estas negociaciones y si corresponde aclarar su involucramiento en los hechos suscitados en su residencia de la 20 calle.
Por otro lado, la diputada Sandra Jovel del partido Valor, identificada como oposición al oficialismo, parece contar con el apoyo necesario para presidir el Congreso en 2024, perfilándose como potencial candidata a la presidencia. Este panorama complica aún más el escenario para el oficialismo, que hasta el momento cuenta con 71 votos, insuficientes para asegurar su posición.
La situación actual del Congreso refleja no solo la división política en Guatemala, sino también la influencia externa en los asuntos internos del país. Las negociaciones secretas y las presiones ejercidas sobre los diputados subrayan la complejidad del panorama político guatemalteco. La posible implicación de la Embajada de EE.UU. en estas negociaciones ha generado un clima de desconfianza y cuestionamientos sobre la ética de dichas prácticas diplomáticas.
Las implicaciones de estas reuniones y negociaciones son aún inciertas, pero lo que está claro es que la batalla por el control del Congreso está lejos de terminar. Manténgase informado sobre los últimos desarrollos en este tema crucial para la política guatemalteca.