Desconcierta el interés de querer ampliar el presupuesto de ingresos y egresos para el presente año, el cual subiría de Q116.1 a Q130.5 mil millones derivado de la interpretación de un error de cálculo de los ingresos tributarios, un error atribuido al Ministerio de Finanzas Públicas de 2022 y avalado por el Congreso de la República al aprobar el presupuesto de 2023, así como la continuidad de las estimaciones de ingresos por la acción de la Corte de Constitucionalidad por no haber permitido que entrara en vigencia el presupuesto discutido y aprobado por el Congreso de la República en 2023. Ahora el Congreso de la República “debe” enmendar ese error porque ahora los ingresos, especialmente los tributarios, están teniendo un comportamiento tal que es superior a las estimaciones elaboradas en 2022.
En el análisis de los siguientes números, estaré haciendo referencia a los ingresos tributarios, toda vez que es el argumento de la ampliación presupuestaria presentado por el Organismo Ejecutivo; en tal sentido, de acuerdo a la aprobación analítica del presupuesto para este año (Acuerdo Gubernativo 1-2024), los ingresos tributarios ascienden a Q86.3 millardos, que bajo el supuesto de que se aprueba la ampliación solicitada y se “corrija” el dato de la estimación de los ingresos tributarios, el total debería ascender a Q100.7 millardos (o sea Q86.3+Q14.4), muy cercano a la estimación de ingresos tributarios observada en la página web del ICEFI en septiembre de 2023, que son Q5.2 millardos más que lo percibido en 2023, si se toma información de la página web del Ministerio de Finanzas Públicas, que reporta ingresos por Q95.5 millardos.
Al comparar el techo máximo solicitado de Q130.5 millardos con Q100.7 millardos, se observa una diferencia de Q29.8 millardos, los cuales se tendrán que obtener de ingresos no tributarios, saldo de caja y de deuda pública. Significa ello que se tiene estimado generar más deuda pública interna y externa superior a los Q15.8 millardos aprobados para el 2024?
Asimismo, llama la atención que a diciembre de 2023 según datos obtenidos de la página web del Banco de Guatemala, se observó un saldo de caja de Q8.3 millardos, no obstante la aprobación de esa fuente de financiamiento para este año de Q9.1, a lo cual hay que agregarle Q1.0 millardo más que está incluido en la ampliación presupuestaria, sumando un total de Q10.1 millardos, cuando la disponibilidad a diciembre de 2023 fue de Q8.3 millardos. O sea, no se generan saldos de caja durante el mismo ejercicio fiscal, su naturaleza es el saldo que se traslada del 31 de diciembre de un año, al 1 de enero del siguiente año. En otras palabras, Q1.8 millardos que no se podrán ejecutar en 2024 porque no habrá disponibilidad financiera para ejecutar el gasto financiado con esa fuente de ingresos.
En todo caso, técnicamente podrán argumentarse y rebatirse los fundamentos que son la base para la estimación de los ingresos y consecuentemente los gastos públicos, pero lo que se deriva de esta solicitud de ampliación es lo que se lleva a cabo cada año. Esta iniciativa de ampliación es lo mismo que se lleva a cabo cada año con la formulación del presupuesto general de ingresos y egresos del Estado, sólo que procesos resumidos, no conlleva todas las fases de análisis y discusión, sino que la esencia es una solicitud del Organismo Ejecutivo para ampliar el espacio presupuestario para gastar más.
El análisis le corresponde al Congreso de la República sobre el destino del gasto, quien podrá analizar entre otros aspectos que al no autorizar la ampliación presupuestaria, el Organismo Ejecutivo decida generar la deuda pública interna por Q12.8 millardos autorizada para el presente año y que por consiguiente el ingreso adicional se guarde bajo el colchón (dinero que no se pierde, pudiéndolo gastar durante el ejercicio fiscal 2025), o bien, que el Organismo Ejecutivo decida generar deuda pública interna menor a los Q12.8 millardos autorizado, porque no los necesitaría, en virtud que dispondrá de mayor disponibilidad de ingresos tributarios y así estaría haciendo un uso eficiente de la disponibilidad de caja.
Se insiste que el argumento de la fuente de error, no justifica ampliar la disponibilidad de presupuesto para gastar más; es más bien, la decisión política de ampliar la presencia del Estado ampliando el gasto público para 2024, porque ese ingreso adicional, no será argumento futuro para más ampliaciones. Ya en otro análisis se hicieron comentarios sobre cómo la deuda pública interna se genera para pagar gastos de funcionamiento y pago de capital e intereses de la deuda pública; de Q85.5 millardos generados por la emisión de deuda pública interna en los últimos cinco años, solamente Q16.1 millardos fueron destinados a inversión pública, el destino más provechoso para nuestra economía. No será esta vez, la oportunidad para comenzar a cambiar la política de gasto público privilegiando el futuro de los guatemaltecos?
Por eso se reitera, sin menospreciar otras apreciaciones, que el presupuesto público es un instrumento político, que tiene su técnica si, pero que es el espacio de gasto público que la sociedad (a través de los actores públicos) privilegia cada año, para que el aporte de las familias y agentes económicos regrese a la economía para generar mejores condiciones para el futuro. El gasto público no es un desperdicio, es el aliciente para crear condiciones de infraestructura y competitividad para que los mercados se desarrollen, así como también para que se atiendan las necesidades de salud, educación y protección social que los desfavorecidos necesitan, no para satisfacer criterios politiqueros.